"Blizzard Of Ozz" de Ozzy Osbourne: El Príncipe De Las Tinieblas empieza a cimentar su legado individual
El primer álbum en solitario del vocalista original y fundador de la banda Black Sabbath se convirtió en uno de los más importantes, representativos y condecorados de la historia y ayudó a asentar y consolidar las bases del heavy metal en una escala gigantesca.
Fue publicado en el año 1980 por la compañía Jet Records y consiguió múltiples certificaciones de platino y la de plata en el Reino Unido.
Asimismo, alcanzó un total de 6 millones de copias vendidas en todo el mundo y, en 2019, la revista Rolling Stone lo ubicó en la novena posición de la lista de los 100 mejores discos del género metal de todos los tiempos.
Tras su expulsión de Sabbath por sus adicciones al alcohol y a las drogas, Ozzy se embarcó en el plano personal y es uno de los dos trabajos que concibió junto al integrante de Quiet Riot Randy Rhoads.
Es una obra que explora temáticas y letras sensibles, las cuales fueron impulsadas e influenciadas por la superación de la profunda crisis que él atravesaba en ese momento y significó el puntapié para su resurgimiento.
Se destaca en especial por el sonido de la guitarra y el bajo, que, con los riffs, las aperturas, los puentes y las transiciones, acompañan la briosa e inconfundible voz de Osbourne de un modo sobresaliente.
Recibió elogios de la crítica profesional y despuntan por ejemplo las canciones "I Don´t Know", "Suicide Solution", "Steal Away (The Night)", "You Lookin´ At Me Lookin´ At You" y, claro, los dos temas más famosos de este LongPlay: "Mr. Crowley" y "Crazy Train".
Álbum: Blizzard Of Ozz
Artista: Ozzy Osbourne
Año de publicación: 1980
Número de canciones: 13 (10 en la versión estándar y 3 pistas adicionales)
Duración: 50 minutos y 23 segundos (50:23)
Cantidad de copias vendidas: 6.000.000
Certificaciones:
- Los Estados Unidos: Quíntuple platino
Posiciones en listas:
- Los Estados Unidos: 3 y 21
El primer álbum solista del cantante primigenio y creador del grupo Black Sabbath Ozzy Osbourne titulado "Blizzard Of Ozz" marcó un punto de inflexión, no sólo en su recorrido musical y artístico, sino además en su vida porque fue el producto que lo llevó de vuelta hacia la cima y permitió que el intérprete pudiera alivianar su duro y triste contexto en el que estuvo sumergido en una depresión delicada después de ser despedido del conjunto por sus conflictos con las bebidas alcohólicas y los estupefacientes.
Este disco cosechó una notoriedad inmediata en el escenario del heavy metal y luego, con el correr de las décadas, se transformó en uno de los trabajos más trascendentales, célebres y aclamados en la industria de la música.
Salió a la luz en el año 1980 a través de la empresa Jet Records y logró numerosas certificaciones de platino y la de plata en el Reino Unido.
Por otro lado, vendió un global de seis millones de unidades en todo el planeta y, en 2019, el semanario Rolling Stone lo puso en la novena colocación del listado de los cien álbumes más icónicos de la impronta metalera en la historia.
La portada muestra a Ozzy en una iglesia en donde sostiene una cruz en su mano derecha con intenciones amenazantes.
Portada del disco
La obra es una de las dos producciones que el vocalista materializó con Randy Rhoads, uno de los miembros de Quiet Riot y se caracteriza por abordar tópicos y mensajes complejos, que reflejan de una manera contundente las emociones y los pensamientos del Príncipe De Las Tinieblas en esa etapa de oscuridad en la que se vio inmerso.
Predominan las espectaculares melodías de la guitarra de Rhoads, quien plasmó una combinación fenomenal entre los riffs crudos y distorsionados con los magníficos pasajes en los que se aprecian las notas disonantes y un efecto sonoro magistral.
Adicionalmente, también es descollante el aporte de las minuciosas líneas de bajo implementadas por Bob Daisley y los puntillosos rellenos de batería aplicados por Lee Kerslake.
Esta mezcla perfecta se acopla con la singular y enérgica voz de Osbourne, quien imprime su sello mítico de nuevo y con la misma precisión y solidez que siempre transmitió en sus inicios con Sabbath.
Entre las piezas a resaltar del LongPlay se hallan las veloces "I Don´t Know", "Suicide Solution", "Steal Away (The Night)" y "You Lookin´ At Me Lookin´ At You", la balada "Goodbye To Romance" y, por supuesto, las dos pistas más conocidas: "Mr. Crowley", la cual comienza con una hermosa introducción de teclado ejecutada por Don Airey y "Crazy Train", canción que posee una de las secuencias rítmicas más legendarias de todos los tiempos.
Don Airey
"Blizzard Of Ozz" obtuvo reseñas estupendas de la prensa experta, que hizo hincapié en el formidable desempeño de Randy y en el vibrato de su instrumento además de los aspectos que refieren a la composición del disco.
Paralelamente, es considerado un clásico de culto y se lo comparó con otro álbum emblemático: el disco debut de Van Halen, llamado de forma homónima.
Con este trabajo, el Príncipe De Las Tinieblas elevó su carrera a un nuevo nivel y forjó aún más su herencia estratosférica que no paró de crecer nunca. Es el resultado de un regreso triunfante que propuso una reinvención extraordinaria.
Calificación: 10/10
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